Sunday, July 17, 2011

Cuaderno de viajes: Verano 2011 - Dia 2 - de Rumania a Bulgaria


Zdrasti mis amigos lectores! (que no os mando a tomar viento! solo os digo "hola!" en búlgaro).

Hoy domingo 17 de julio empezamos nuestra aventura en Bulgaria, más exactamente en la región conocida como los Balcanes centrales. A pesar de que el nombre trae tristes recuerdos de la extinta Yugoslavia, para nada esto tiene que ver con esa zona.... básicamente nos encontramos en el corazón de Bulgaria.

Para la visita de la zona hemos elegido Veliko Tarnovo como el campamento base desde el que durante tres días intentaremos aprovechar al máximo las posibilidades que da esta zona: trekking, monasterios, restos romanos, etc.... todo con el toque (predominantemente culinario) del imperio otomano que una vez dominaba estas tierras.

Para llegar desde Bucarest decidimos viajar en tren hasta Ruse, ciudad búlgara que marca la frontera con Rumania. El viaje en tren es relativamente cómodo, a pesar de que el a/c es inexistente y el sol pega sin compasión por la ventana.... afortunadamente las ventajas bajan y dejan entrar un aire bastante agradecido. El paisaje resulta ser bastante decepcionante; a pesar de lo que pensaba, el sur de Rumania es aburridamente llano y seco. Dos horas después llegamos a la frontera, marcada por el mítico Danubio (para nada azul.....). El tren cruza el río con calma, casi diría que con respeto. Resulta curioso como, al mirar a un lado y otro de la ventana, me encuentro con que todo el vagón mira como ensimismado el mismo escenario, casi como si todos sintiéramos la importancia del momento que estamos viviendo..

Apenas minutos después de sobrepasar el Danubio, llegamos a nuestra primera destinación: Ruse. Aquí bajamos del tren (a pesar del primer rechazo del agente de aduanas que no entiende que una turca pueda pasar sin visado por el hecho de tener permiso de residencia europeo...) y nos despedimos de nuestros compañeros de viaje, un grupo de estudiantes mejicanos de arquitectura que ya llevan tres semanas de inter-rail por Europa. Que suerte y que experiencia que se llevarán a su casa!!!! Siento envidia porque estos son cosas que realmente me hubiera gustado hacer de joven.... que leches, ni que fuera un octogenario!!!! A recuperar el tiempo perdido ea!

En la estación de autobuses de Ruse compramos los billetes para Veliko Tarnovo. A semejanza de Turquía, Bulgaria parece ser un país en el que se pueda llegar a todos los lados en transporte público, principalmente porque los autobuses comarcales suelen ser "vanes" con mucha flexibilidad de coger-dejar viajeros en el camino sin que haya controles ni estaciones específicas para recoger a la gente. Los paras, acuerdas lo que le pagarás y donde quieres que te deja y en marcha! Una manera muy inteligente de aprovechar al máximo este tipo de transporte, algo de lo que España podría considerar en su momento.

El viaje es caótico pero cómodo, y acompañado de una intensa tormenta de verano, que hace que en algunas ocasiones pareciera que estábamos cruzando nuevamente el Danubio en vez de una simple calle. En estas llegamos a V-T y el autobús nos deja, literalmente, tirados en una estación de autobuses mucho más lejos de lo que esperábamos y con la misma lluvia intensas que nos había seguido en la van. Afortunadamente salió nuestro "ángel de la guarda" búlgaro, una chica con la que habíamos hablado durante el viaje y que, al vernos, solos y "desamparados" en la estación esperando a que calmara el chaparrón, se ofreció a llevarnos en el coche de su marido hasta el Hotel. Una buena bienvenida al país, una buena señal de grandes momentos que esperamos por llegar.

BLAGODAVIA BULGARIA! Gracias Bulgaria!!!!

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